Desde el 28 de junio hasta el 2–3 de julio de 2025, Andalucía ha sido azotada por una de las primeras olas de calor más intensas registradas en años recientes. Las temperaturas máximas han superado los 44 °C en Sevilla y Córdoba, con mínimas nocturnas que alcanzaron entre 25 °C y 29 °C, especialmente en zonas costeras como Cádiz y Jerez, marcando noches tropicales persistentes.
En Sevilla el mercurio llegó a los 45 °C en áreas de la campiña, mientras Cádiz vivió jornadas hasta 10 °C por encima de lo habitual, con máximas de 35 °C y mínimas que rozaron los 26 °C.
Impacto sanitario y social
La ola ha tenido efectos directos en la salud: en Córdoba se registraron ya dos fallecimientos por golpe de calor y 11 casos atendidos que igualan el total de 2024, lo que ha activado el Protocolo Andaluz de Coordinación frente a las Temperaturas Excesivas, vigente hasta el 30 de septiembre.
Las autoridades sanitarias y la AEMET recomiendan medidas como evitar exposición solar en horas centrales, mantenerse hidratado, evitar alcohol o cafeína, usar ropa ligera y procurar espacios con climatización. En respuesta al calor y cortes eléctricos, el Ayuntamiento de Sevilla activó contingencias: cedió colegios y centros cívicos como espacios frescos para la población.
Sevilla: grandes eventos en medio del calor extremo
A pesar del escenario climático adverso, Sevilla siguió albergando en esos días eventos de calado internacional:
- Cumbre de la ONU en Sevilla: Durante la ola de calor, el presidente andaluz Juanma Moreno urgió a los líderes en este contexto internacional sobre la necesidad de acciones climáticas concretas frente a fenómenos extremos atribuidos al cambio climático.
- Festival Icónica Santalucía — Plaza de España: El festival continuó en la emblemática ubicación de Plaza de España, incluso mientras el termómetro superaba los 40 °C. La organización implementó medidas como intervalos de descanso entre actuaciones, puntos de hidratación y recomendaciones a asistentes. El festival, consolidado como uno de mayor impacto cultural en España, siguió atrayendo público pese al calor.
- Premios Woman: El acto de entrega de los prestigiosos Premios Woman, celebrado también en Sevilla en esas fechas, tuvo lugar en espacios climatizados y contó con protocolos especiales para garantizar la seguridad térmica de participantes y asistentes (medidas como palcos refrigerados y desplazamientos con vehículos acondicionados).
Cádiz: calor cercano al litoral y afectación leve
Aunque Cádiz no alcanzó los niveles más extremos, la provincia vivió una situación impactante en cuanto a calor acumulado. Las temperaturas estuvieron hasta 10 °C por encima de la media, y aunque en los días siguientes se animó la situación (con máximas entre 27 °C y 28 °C), la persistencia del fenómeno dejó noches tropicales generalizadas.
El litoral gaditano registró agua del Atlántico con temperaturas por encima de lo habitual (superiores a 25 °C), agravando la sensación térmica nocturna.
Relación entre ola de calor y eventos programados
La coincidencia de grandes actos en Sevilla durante un episodio de altísimas temperaturas plantea interrogantes sobre la planificación y gestión de eventos ante riesgos climáticos emergentes. Las autoridades y organizadores han tenido que actuar con rapidez para ajustar protocolos de salud y seguridad — como amplios espacios climatizados, acceso continuo a agua y recurrencia de descansos en espacios sombreados — adaptando la experiencia pública a condiciones extremas.
Además, la cumbre de la ONU se utilizó como altavoz político para insistir en la urgencia de responder al cambio climático, en un contexto donde Sevilla evidenció estar al frente de esta emergencia.
La ola de calor sufrida en Andalucía —sobre todo en Sevilla y Cádiz— desde finales de junio de 2025 ha sido un acontecimiento climático excepcional, con un golpe directo sobre la salud pública y la vida urbana. Su coincidencia con eventos mayoritarios en Sevilla ha demandado respuestas adaptativas: desde medidas culturales hasta apelaciones políticas sobre el clima. Este episodio evidencia cómo el calentamiento global ya no puede considerarse una amenaza futura, sino una realidad urgente que condiciona la experiencia ciudadana y la planificación de actos públicos de primer nivel.